Las «altas capacidades» abarcan a individuos con talento excepcional, habilidades sobresalientes o un desarrollo intelectual precoz. Este grupo incluye superdotados, talentos simples y complejos, genios, prodigios y aquellos con inteligencia precozmente desarrollada.
En la Comunidad de Madrid, para ser identificado como alumno con altas capacidades y acceder a programas de enriquecimiento curricular, se establecen criterios como:
- Un cociente intelectual (CI) igual o superior a 130.
- Demostración de elevada creatividad.
- Exhibición de perseverancia, con un alto grado de motivación y dedicación en las tareas.
1. Impacto Social: Los niños con altas capacidades pueden enfrentar dificultades para integrarse socialmente, sintiéndose diferentes de sus iguales y teniendo problemas para encontrar amigos con intereses y habilidades similares. Este sentimiento de no encajar puede, en casos extremos, llevar al aislamiento social.
2. Aspecto Emocional: Algunos niños con altas capacidades son especialmente sensibles emocionalmente, experimentando emociones intensas con mayor frecuencia o profundidad que sus compañeros. La falta de comprensión y apoyo puede afectar su autoestima, llevándolos a sentirse no lo suficientemente valorados. Además, muchos de ellos son perfeccionistas y se frustran fácilmente cuando no cumplen con altos estándares, lo que puede derivar en comportamientos inadecuados.
3. Dificultades Académicas: Debido a su ritmo de aprendizaje acelerado, es común que estos niños se aburran en clase si el material no les resulta desafiante o si no reciben adaptaciones adecuadas. Además, la presión para alcanzar resultados excepcionales en todas las áreas puede generar ansiedad y sentimientos de fracaso si no cumplen con estas expectativas.